Desaciertos que cometen los clientes antes de contratar nuestros servicios;
Después de varios años de experiencia en la elaboración de grandes y pequeños proyectos de todo tipo de reformas integrales e interiorismo, hemos visto de todo.
Vamos a explicaros varias experiencias con clientes porque creemos os podrá servir de ayuda.
Puede que quizás alguno os indentifiqueis con mas de una de ella.
Se trata sobre todo de errores graves que antes de llamarnos habían cometido nuestros clientes. Después de repasar este articulo si descubrís que os encontráis ante alguna situación o algo parecido. No os precupeis estáis en el sitio correcto.
En la mayoría de los casos conseguimos dar con una solución satisfactoria obteniendo un resultado fantástico.
Os adelanto que algunas de las imágenes las hemos rescatado en la web y nos sirven de ejemplo para ilustrar lo que estamos explicando por lo tanto no implica que sean nuestras o de alguno de nuestros clientes.
ERROR – 1 DERRIBAR TABIQUES SIN PENSAR
ESTANCIAS IMPOSIBLES DE AMUEBLAR.
Son varios los clientes que se han puesto en contacto con nosotros porque habían tirado tabiques y se encontraban con espacios que no sabían o podían amueblar.
Anular tabiquería tiene ese riesgo. Al derribar la pared que separa el pasillo de nuestro salón,por ejemplo, nos encontraremos que en vez de una pared lisa en la que colocar nuestro mobiliario, tenemos una llena de zonas de paso, osea puertas. No tenemos lugar para colocar la zona de Tv y la circulación hacia las puertas dificultan muchísimo la distribución de la mesa y el sofá. Inclusive pueda que la planta del salón ya no sea el mismo y se convierta de rectangular a cuadrado, lo que sea de mucha dificultad poder amueblarla.
Sin tener en cuenta la perdida de intimidad cuando las puertas dan directamente cuartos de baño o dormitorios.
Los salones cuadrados son difíciles de amueblar y llevan a menudo a soluciones caóticas y poco funcionales.
COCINAS DE “concepto abierto” QUE NO TERMINAN DE INTEGRARSE
Todavía mucho más grave si la pared que se tira es la que separa la cocina del salón. Se puede hacer , lógicamente, se gana mas espacio y nos genera sensación de amplitud.
Ala hora de hacer la reforma de cocina se a de tener en cuenta muchos ítems.
Pero hay que sopesar mucho si realmente ganamos más de lo que perdemos. Integrar estas dos estancias puede ser una gran idea inicial aparentemente para mejora la habitabilidad, pero no es una solución universal. Ni es para todo tipo de vidas ni es para todo tipo de viviendas. Realmente la diferencia de hacerlo bien y conseguir una cocina de concepto abierto de revista si se acierta o de un saloncillo con cocina similar a un apartamentito de playa si no lo conseguimos.
También es habitual creer que en un espacio grande no vas a tener problema en que te quepa todo lo que necesitamos y no es siempre así ya que los salones irregulares o cuadrados tienen a perder mucho espacio por lo tanto mas complejos a la hora de organizar.
Si tirar el tabique de la cocina implica pegar la mesa al sofá tanto que tienes que prescindir de sillas, no es una buena idea
No tiene sentido tirar la pared de una cocina si el resultado es que no puedes amueblar de una manera práctica y funcional.
IMPREVISTOS TÉCNICOS QUE AUMENTEN TU PRESUPUESTO.
Tirar tabiques puede dejar también en evidencia desajustes constructivos. Los suelos mal nivelados o los pavimentos ligeramente diferentes pueden sobrevivir en la misma casa siempre que se encuentren en estancias separadas. Cuando forman parte de la misma, hay que arreglarlos, con todo lo que ello implica.
También puede ocurrir que elimines parte de alguna instalación importante. Puedes dejar a la vista montantes de calefacción o agua, interrumpir algún circuito eléctrico… Son cosas que pueden solucionarse pero que requieren una inversión que tal vez no te habías planteado.
La solución siempre es planificar antes de actuar. Piensa bien qué va a suponer tirar el tabique desde el punto de vista constructivo, cómo va a ser el espacio resultante y cómo lo vas a organizar. Cuando hayas sopesado bien los pros y contras y todo a lo que vas a tener que enfrentarte, entonces sí, ponte manos a la obra. O no.
ERROR – 2 REFORMAR SIN PENSAR EN LOS MUEBLES.
Es otro error muy habitual. Uno se embarca en la vorágine de una reforma integral y son tantas las decisiones que hay que tomar que muchas se posponen.
Piensas que cuando termines con las obras, ya pensarás en los muebles. Error. Reforma e interiorismo deben ir de la mano.
Piensa en ese punto de luz que dejas sobre la mesa del comedor para poner una lámpara bonita. Si no tienes muy claro dónde vas a poner la mesa y cuánto va a medir, tienes un 99% de posibilidades de que el punto no coincida en el centro de la mesa. ¿De verdad vas a reformar tu casa para acto seguido tener que desplazar un punto de luz?
Colgar así las lámparas tiene su gracia pero no cuando acabas de terminar la reforma y ves que no coincide el punto de luz. Se puede salir airoso de los errores pero es mejor no cometerlos.
EL DICHOSO RADIADOR.
También son incontables las veces en las que nos hemos encontrado los radiadores instalados de tal manera que imposibilitan la distribución de los muebles. En una estancia vacía, a priori, el radiador puede estar en cualquier parte. Solo necesita una pared en la que apoyarse. Ojalá fuese tan fácil. Es posible que esa pared sea la idónea para colocar el mueble de la TV o el sofá y con el radiador ahí sea imposible. Si antes de ubicar los radiadores, tienes claro dónde van a ir tus muebles, te será mucho más sencillo decidir cuál es el sitio en el que menos van a molestarte. Si lo planificas antes, podrás optar por instalar un radiador más grande, dos más pequeños o apostar por formatos verticales. Hay muchas opciones para solucionar problemas aparentemente insalvables.
O por ejemplo, eliges puertas abatibles para el armario de tu dormitorio y cuando amueblas te des cuenta de que si instalas la cama y dos mesillas, una de las puertas del armario no abre.
LOS ESPACIOS VACÍOS ENGAÑAN.
Una última cosa. Si sigues nuestro consejo y te planteas el mobiliario al mismo tiempo que la reforma, ten en cuenta esto: los espacios vacíos engañan. La mayoría de personas que no se dedican profesionalmente a la arquitectura o el interiorismo tienden a pensar que en un espacio caben más muebles y más grandes de los que realmente caben. Lo ideal es que dibujes un plano de la estancia y sitúes en ella los muebles a escala, con sus dimensiones reales. Si no te manejas con los planos, mide las mismas dimensiones en tu casa y hazte a la idea de cómo quedarían los muebles elegidos.
Dibuja el mueble en el suelo con cinta de carrocero. Calcula si te queda espacio para retirar la silla y pasar. Si no puedes encontrarte con espacios realmente poco funcionales.
ERROR -3 COMPRAR UN SOFÁ DEMASIADO GRANDE.
No tenemos dedos en las manos para contar los proyectos de interiorismo que hemos desarrollado en el estudio partiendo de un sofá que los clientes habían comprado demasiado grande. Muchos. Demasiados.
En la tienda, seguramente muy amplia, el sofá parecía perfecto para ellos. Pero, cuando el sofá llega a casa ¡sorpresa! Casi no cabe nada más. En la mayoría de los casos hemos tenido que cambiar la distribución de los muebles en el salón. Casi siempre hemos logrado reubicar el sofá. Pero confesamos que son los casos más difíciles. Requiere destreza y experiencia.
Moraleja. Medir y medir. Replantear el sofá con cinta de carrocero en el suelo. Valorar el espacio libre que queda una vez posicionado el sofá. Si ahí caben la butaca, la mesa y sillas de comedor que cubren las plazas que necesitas, perfecto. Siempre sin olvidar que hay que dejar huecos de paso libre proporcionados.
ERROR -4 CUANDO PINTEREST SE VUELVE TU ENEMIGO
Miles de fotos y tableros inspiradores. Demasiadas cosas bonitas guardadas en la whishlist “para casa”. Puede que todo lo que hayas guardado sea precioso, pero no podrás ponerlo todo en tu casa. Al menos sin que sea un “horror vacui”
Tienes que imponer una jerarquía. Piensa en qué piezas quieres que tengan protagonismo y elige otras que se lo cedan. De lo contrario conseguirás un popurrí bastante desasosegador.
Te proponemos un ejercicio. Abre alguna foto de Pinterest y comprueba si se cumple esto que te hemos contado. Casi seguro que todas son fieles a este principio deco. Si te fijas, predomina un color, una lámpara, un sofá, colores en los complementos, un mueble de diseño, un material…
ERROR – 5 NO REFLEXIONAR SOBRE CÓMO VIVES
Porque… no todo el mundo usa su casa igual. Hay mucha gente que piensa que usa su casa como todos los demás y nada más lejos de la realidad. Y no porque haya maneras buenas o malas de vivir en una casa. Más bien es que cada familia tiene unas necesidades y unos gustos y su casa debe satisfacerlos.
“NOSOTROS HACEMOS VIDA EN LA COCINA”. ANTES DE LANZARTE A HACER UN COCINÓN, PIENSA POR QUÉ LO HACES.
Os cuento un ejemplo. Oímos habitualmente “a nosotros nos gusta comer y cenar en la cocina”. ¿Seguro? Llegados a este punto te invitamos a contestar a las siguientes preguntas:
- ¿En casa de tus padres se hacía así?
- ¿Tienes un comedor agradable y cómodo?
- ¿Está el comedor muy alejado de la cocina?
- ¿Tu cocina es un espacio agradable para comer allí?
Si yo respondiese al cuestionario, te diría que en casa de mis padres hacemos vida en la cocina. Es un espacio amplio con grandes ventanales que dan salida a una terraza llena de plantas. Tiene vistas a la montaña y está orientada al sureste, así que si te colocas estratégicamente, puedes desayunar con el calorcito del sol que nace acariciándote la espalda. Tiene una mesa grande, donde cabemos todos cómodamente.
¿Crees que estamos en la cocina porque nos gusta hacer vida en esta estancia? Te aseguro que no. Son más bien las sensaciones que nos evocan los espacios y lo cómodos y agradables que nos resultan lo que hacen que los usemos más o menos.
En mi casa actual la cocina es estrecha, tipo tubo. Da a un patio de luces y está orientada al norte. No tiene demasiada luz ni, obviamente, buenas vistas. En cambio mi salón se parece mucho a la cocina de mis padres. Con vistas al río y ventanas enormes que lo inundan de luz. Allí es donde comemos y allí es donde nos gusta hacer vida ahora.
Una vez respondidas estas preguntas es probable que tengas más claro si de verdad te gusta comer en la cocina o hay otros motivos detrás. Tal vez comer en la cocina es una costumbre heredada, no algo que realmente te apetece. Quizá tu cocina, como la de mis padres, está bien orientada, tiene mucha luz y es un espacio agradable y, sin embargo, el comedor no, por eso la prefieres. Quizá simplemente te resulta más práctico tener todo a mano cuando pones la mesa o la recoges. Piensa en todo ello antes de condicionar tu reforma o tu amueblamiento a ideas preconcebidas. Especialmente porque, como en mi caso, lo que resultaba estupendo en casa de tus padres puede no serlo en la tuya.
Una cocina puede ser así de bonita y estilosa, pero si no tiene espacio, buenas vistas y mucha luz, no va a ser un lugar en el que quieras “hacer vida”.
LA TV, LA GRAN DENOSTADA.
Vamos con otro ejemplo; “en casa no vemos la TV” y no queremos que sea la protagonista del salón. ¿Seguro? Te volvemos a plantear unas preguntas:
- ¿No ves películas?
- ¿No tienes contratadas plataformas tipo Netflix o HBO?
- Imagina tu casa sin TV. ¿Es probable que algunos miembros de la casa se vayan con su tableta o portátil a la habitación a ver series o películas?
- ¿Te parece mejor tener un proyector que una TV?
Con estas preguntas seguro que tienes más claro qué es lo que no te gusta, si el electrodoméstico o lo que emiten los canales en abierto. También podrás saber si eliminarla va a tener el resultado que esperas o todo lo contrario.
Estamos de acuerdo en que organizar un salón teniendo como centro una TV no es bonito y es revelador de la sociedad en que vivimos. No obstante, antes de suprimirla debes estar seguro de que no la usas y, sobre todo, de que no es un punto de encuentro para tu familia.
Pensar que no vas a ver la TV te puede llevar a situaciones como esta: la acabas instalando de la peor manera posible.
¿EL LAVABO DE DOS SENOS ES REALMENTE LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DE SIMULTANEIDAD EN LOS BAÑOS?
Otro ejemplo más, muy tonto pero muy frecuente: querer a toda costa dos lavabos en la reforma de baño. Siempre que nuestros clientes nos lo piden, les pedimos nosotras que hagan un ejercicio y anoten qué tareas hacen simultáneamente los usuarios de un mismo baño. En el 10% de los casos esas tareas implican el uso simultáneo del lavabo. Piénsalo. Para maquillarte, afeitarte, secarte el pelo, depilarte, peinarte… no necesitas un lavabo. Lo que necesitas es espacio. Y seamos realistas, un lavabo te lo quita. Probablemente, una buena encimera-tocador y un inodoro a la francesa solucionen mucho mejor los problemas de simultaneidad. No te dejes llevar por ideas preconcebidas. Reflexiona.
Empecinarse en un lavabo con dos senos puede ser un error. Si la solución no te deja espacio para encimera, piénsalo porque no te resultará nada práctico.
Y como los ejemplos que te contamos arriba muchos más.
En definitiva, piensa en las circunstancias que te llevan a usar tu casa como lo haces y dedica un tiempo a pensar con calma cómo te gustaría vivir en realidad. Cuando reformamos vuestras casas, ese es nuestro objetivo principal. Queremos que los hogares que creamos ayuden a nuestros clientes a vivir como desean.
ERROR – 6 LOS PLANOS DE LA INMOBILIARIA O PROMOTORA SON ENGAÑOSOS.
Si te ha pasado o conoces a alguien que ha pasado por lo mismo, puedes estar tranquilo. No te ha ocurrido solo a ti.
Allí donde cabían 2 sofás, 2 butacas y una mesa de comedor de 6 plazas, a duras penas cabe un sofá con chaise longue y una mesa reducida para 4 personas pegada a la pared. Créenos, es una historia real.
Antes de comprar, pide planos de cotas. Es algo imprescindible puesto que los muebles están dibujados a escalas que no se corresponden con la realidad actual. Queremos pensar que es porque están obsoletos, y no porque haya intenciones aviesas por parte de los vendedores.
Vuelve a coger el metro y mide en tu casa o donde quieras. Solo así tendrás una visión real de las dimensiones.
ERROR – 7 COMPRAR PIEZAS SUELTAS, POR IMPULSO.
Esta es otra historia también muy frecuente. Encuentras un sofá bien de precio, lo compras. Ves online una butaca con un tapizado ideal y te lanzas. Una oferta con mesas de centro ¡cómo resistirse! Así una a una van llegando a casa piezas sueltas de mobiliario que… no pegan ni con cola. El sofá se ve pequeño porque la butaca es enorme y se hace con todo el protagonismo. Las mesas de centro quedan bailando en el espacio y hasta los cojines parecen puestos por el enemigo.
No está mal comprar por partes, por supuesto que no. Te permite ir ahorrando a medida que compras e invertir más en las piezas. Pero si lo vas a hacer así, debes tener claro de antemano qué imagen quieres conseguir y cómo deben ser las piezas que te ayudarán a conseguirlo. Estudia bien el conjunto en medidas y tonos y, teniendo esto claro, será más difícil que te equivoques.
Antes de empezar a comprar debe estar claro en tu cabeza y, muy importante, sobre plano, la imagen del resultado. Y como te decíamos antes: mide, mide y vuelve a medir.
Fuentes byrderoom e inspiración.